El invierno es la época en la que la montaña se muestra más espectacular y grandiosa. El paisaje nevado sobrecoge, hipnotiza e impone, aunque, por fortuna para los cazadores, el instinto de los animales les conduce ladera abajo hasta encontrar áreas algo más despejadas donde resistir mejor el frío.
Esta época, aún con los retazos del pasado celo, es un gran momento para que podamos disfrutar del rececho en montaña en todo su esplendor, apoyados por un profesional que nos conducirá por los mejores pasos y nos recordará que un equipo adecuado es fundamental, ya que el tiempo puede cambiar en cualquier momento.
La fórmula del éxito
Además de una buena contratación y una zona querenciosa, es importante contar con una correcta equipación: ropa que nos mantenga secos y calientes, un rifle al que estemos acostumbrados y una buena óptica, aunque no es lo único que otorga el triunfo.
Lo más importante es que nuestra mente forme parte de él: nada de olvidos, nada de creer que podemos prescindir de algo, nada de dejar guantes o prismáticos en el coche… ¡Nos enfrentamos a la caza más apasionante y exigente! ¡Disfrútala!